Mientras en la República Dominicana también hay una gran división por el tema de la penalización o no del aborto en el Código Penal dominicano, en Nueva York también es algo parecido, aunque allá no es tanto de sectores de la Iglesia, sino sobre todo personas que rondan entre los 50 a 65 años de edad que se deciden por la penalización del aborto, mientras que los menores de esa edad se encuentran de acuerdo con la no penalización.

Ver: 85% de los dominicanos apoyan el aborto

En el día de ayer fue aprobada la modificación al Código Penal dominicano en la Cámara de Diputados, quitando la penalización que se le había impuesto, tal y como sugería el presidente de la República, Danilo Medina, ahora queda esperar que el Senado haga lo propio, aunque también tendrá una fuerte presión, tanto de parte de las iglesias como del sector que está a favor del aborto.

Ver: Aborto enfrenta iglesias y grupos

Son muchos los dominicanos en Nueva York que entienden que el aborto no puede ser despenalizado y que nadie tiene derecho a quitarle la vida a otra persona, pero también los hay que entienden el tema perfectamente y se encuentran de acuerdo con la no penalización de esta práctica, claro está, dicen que siempre y cuando se pueda demostrar que hay riesgo para la madre y en situaciones de violaciones, tal y como se ha estado planteando desde el primer momento.

Con la despenalización del aborto hay muchas dudas, y personas que no logran entender que la no penalización del aborto no quiere decir que se estaría abriendo la posibilidad o enviando un mensaje para que las mujeres acudan en masa a abortar, sino que si se encuentran en situaciones de peligro o han sido violadas o tienen el diagnostico de que su hijo saldría deforme, entonces si podrían o tendrían el derecho para abortar, solo en esos casos.

Mientras tanto el debate continúa encendido y las redes sociales han sido el escenario escogido por aquellos que no tienen acceso a los medios de comunicación ni a la decisión en las Cámaras, así como en el gobierno, para expresar su apoyo o repudio a las acciones en una y otra vía.